Invertir ante la incertidumbre geopolítica: los fondos se vuelven más selectivos y estratégicos

La creciente inestabilidad geopolítica, la fragmentación global y la aceleración tecnológica están reconfigurando los criterios de inversión y obligando a fondos y sociedades de renta variable a adoptar estrategias más prudentes, especializadas y adaptativas. Esta fue una de las principales conclusiones del evento «Retos geopolíticos en el mundo actual: una perspectiva estratégica de inversión», organizado por Fieldfisher y moderado por Paloma Mato, socia de Corporate & M&A de Fieldfisher, en el que participaron expertos como Mayte Carrasco (ponente, analista geopolítica y experta en zonas de conflicto), Rodrigo Martos (Fieldfisher), Gonzalo de Rivera (Alantra), Carlos Artal (JZ International) y Yaukuma Armbruster (Quantum Capital Partners).

Fragmentación global, proteccionismo y crisis de valores

Mayte Carrasco, analista geopolítica y experta en zonas de conflicto, alertó de un mundo que está dejando atrás la globalización para entrar en una etapa de fragmentación y proteccionismo. «La democracia se enfrenta a un gran desafío. La batalla ya no es entre ideologías, sino entre sistemas de valores», afirmó. También alertó sobre la falta de marcos regulatorios claros para fenómenos como la inteligencia artificial o la conquista del espacio, lo que, en su opinión, incrementa los riesgos globales.

Carrasco habló de una «triple crisis planetaria» -política, medioambiental y tecnológica- y del impacto que la manipulación de la información y el control del voto pueden tener en las democracias occidentales.

La inversión empresarial navega entre la incertidumbre y la oportunidad

Desde el ámbito jurídico, Rodrigo Martos (socio director de Fieldfisher) señaló que los ciclos económicos son cada vez más cortos, lo que dificulta la previsión de tendencias a medio y largo plazo. En este contexto, explicó, la toma de decisiones estratégicas debe tener en cuenta los escenarios cambiantes y una sociedad europea en transformación.

Paloma Mato, también socia de Fieldfisher y moderadora del evento, explicó cómo impacta este contexto en las decisiones de inversión: las casas analizan con más cautela, priorizando estrategias flexibles y valoraciones realistas.

Criterios más exigentes y búsqueda de certidumbre

Carlos Artal, socio de JZ International, reconoció que el volumen de transacciones en España ha caído, en parte por la mayor percepción de riesgo y volatilidad. La firma, sin embargo, mantiene una estrategia a largo plazo y prioriza las operaciones con fundamentales sólidos, aunque reconocen que «la incertidumbre y la volatilidad hacen difícil prever cómo se valorará una cartera».

Artal destacó una creciente atención a factores como la ciberseguridad, las cadenas de suministro y la resistencia operativa. Aunque valoran la diversificación geográfica, matizó que no siempre es una garantía frente a riesgos como los aranceles.

Foco en la especialización y la fortaleza del equipo

Gonzalo de Rivera, consejero delegado de Alantra Private Equity, destacó que su estrategia pasa por ser más selectivos. «Analizamos menos empresas y buscamos certezas en escenarios adversos», dijo. Alantra ha reforzado sus equipos con profesionales con capacidad de gestión operativa, buscando acompañar activamente a sus participadas.

En cuanto a los sectores, De Rivera se mostró cauto con los sectores altamente regulados y apuesta por negocios B2B escalables y con capacidad de generar valor sostenible. Entre los sectores de mayor interés para la firma se encuentran la alimentación, la salud y la tecnología empresarial.

Evitar sectores inciertos y resistir la volatilidad energética

Yaukuma Armbruster, socio de Quantum Capital Partners, señaló que la geopolítica no es sólo una cuestión de grandes potencias: «En Europa también hemos visto decisiones con impacto inmediato, como la disolución del mayor banco suizo por el regulador en una noche», dijo.

Quantum evita sectores como el tecnológico por su elevada incertidumbre y se ha centrado en sectores más estables como la energía, la logística, la sanidad y el turismo. Aun así, admitió que sus participadas industriales sufren el impacto de la volatilidad energética: «Te puedes adaptar, pero si la volatilidad es permanente, acabas perdiendo». Por eso la firma ha optado por entrar en el sector servicios, buscando una mayor estabilidad.

julia.gil

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